miércoles, 2 de abril de 2014

# drama # Jake Gyllenhaal

CRÍTICA ENEMY (2013)

ENEMY (2013), DENIS VILLENEUVE

Reparto: Jake Gyllenhaal, Mélanie Laurent, Sarah Gadon, Isabella Rossellini, Jane Moffat, Tim Post,Laurie Murdoch, Darryl Dinn.

Valoración: 3.5 sobre 5

SENTIDO ARÁCNIDO
Por Lucía Pérez García

En el libro de Saramago no encontré ninguna araña. Aun no estaba tan viejo como para convertirse en morada de bichos insaciables de polvo, papel y letras. Tampoco encontré esa soledad exasperante, ese tono entre lo ácido y la desesperación. La música que salía de sus páginas no era tan penetrante. Y el protagonista, en lugar de Adam, se llamaba Tertuliano. Intrigante de principio a fin, lo más extraño que encontré fue el estilo del escritor. No contaba con la astucia de Villaneuve…ni con su sentido arácnido.

Enemy es una de esas películas que te hacen pensar hasta retorcerte el cerebro. De las que habría que ver no dos, sino tres o cuatro veces e incluso entonces se nos escaparían detalles. La confusión entre los dos Jakes Gygenhaal es tan confusa como ella misma, aun siendo los dos personajes tan distintos: Adam Bell, profesor de historia, apocado, de expresión agobiada y andares cansinos y encorvados; y Anthony Claire, actor, sexualmente más que activo, descarado, atrevido y con gran confianza en sí mismo. En ocasiones es difícil saber quien tenemos delante. Una palabra los delata, un giño. He aquí uno de los logros del director y, por supuesto, del actor, un Gyllenhaal cercano al de Donnie Darko, Zodiac, Brokeback Mountain y Prisioneros. Quizás es un poco una mezcla de todos: desesperado, introspectivo, dramático, inteligente…

Esa confusión se incrementa con la atmósfera de tensión que domina el filme. Toronto parece una ciudad a punto de quebrarse. Sin llegar a lo apocalíptico, roza el límite de la soledad y el abandono. Las percusiones se alargan en el tiempo como un eco destructor y los violines chirriantes exaltan los nervios. Todo es como de un tono ácido y depresivo.Es una ciudad que supera al protagonista y lo envuelve más si cabe en un círculo del que es imposible salir.

Y es entonces cuando nos asaltan las arañas. ¿Por qué? La araña es una constante a lo largo de toda la película. Donde menos te lo esperas, aparecen esas ocho patas o esas fauces horripilantes. Donde menos te lo esperas…no coment. La araña es un animal de múltiples significados. Puede simbolizar lugares inhóspitos y solitarios, poco dados al desarrollo de la vida, como el Toronto que nos presenta Villaneuve. Lugares que te atrapan y de los que no puedes salir, como una tela de araña, como la situación que han creado Adam y su doble. A la vez puede ser símbolo de vida. La fertilidad asociada al sexo puede relacionarse con Antonhy y su mujer embarazada. Y de muerte. Pocos animales tan venosos y letales. La muerte también está muy presente en esta historia. En fin, múltiples lecturas que pueden aplicarse a múltiples situaciones, pero que nunca terminan de quedar claras.

Al final, como en Prisioneros, lo único que pasa por tu mente es un ¿En serio? No me puedes dejar así. Si quieres saber como acaba, no tienes más remedio que acudir a El Hombre Duplicado de Saramago.

PD: no me importaría encontrarme con un doble de Jake Gyllenhaal





No hay comentarios:

Publicar un comentario